Para siempre no es suficiente

Mientras de fondo las últimas personas que se habían acercado a la ribera de San Isidro para ver a Pez escapaban del frío y el atardecer un treintañero recomendaba a sus amigos no faltar al último recital de ese supergrupo conocido como El Siempreterno que tendría lugar horas más tarde en Palermo Club. Una chica muy jovencita le preguntó con ingenuidad quienes eran y qué tocaban. Dudó, no supo bien que responderle. Rendido ante la incapacidad descriptiva de los géneros nombró a sus integrantes, su historia y los homenajes que incluían en sus recitales. Su débil argumentación bastó para verlos entusiasmados. Continúa leyendo «Para siempre no es suficiente»